La ciudad no está acostumbrada a la nieve y por eso se asombra. Hoy salió el día de cuento en el planeta Cierzo y llegaron los niños con sus batallas y sus sonrisas infinitas para llenar los parques y los patios de los recreos. Mi niño de sonrisa infinita también se ha lanzado a la calle a tirar fotos y más fotos, a dejarse asombrar por los tres palmos de espuma de merengue que lo cubre todo. No hay líneas de autobuses y todo se mira distinto (Zaragoza se me antoja un scon gigante recubierto de crema) , los coches apenas pueden circular y en la escuela de mi hermana se han quedado atrapados niños y maestros en la aventura que contarán esta noche en sus casas con los ojos bien abiertos. Cada uno de nosotros debería tener al menos una vez en la vida un día de cuento con nieve, una batalla de bolas de nieve en el parque y una sonrisa infinita a punto de congelarse en forma de mueca divertida. Como cuando nevó en Gran Canaria y todo el mundo subió a la cumbre a ver la nieve y los goditos mirábamos divertidos al resto de la gente que nunca antes había visto algo así.
Hoy , el chico tímido de la fila de atrás se atreverá a lanzarle un corazón de copos de nieve a la chica más bonita de la clase. Una manera como cualquier otra de decirle a alguien que te gusta. Saltad a la calle y llenaros de nieve los bolsillos, si pasa una chica bonita podéis intentarlo. Si no os sonríe ni os jura amor eterno no os preocupéis, posiblemente esa chica ya tiene el corazón medio congelado y no es para vosotros. Pero hay que intentarlo.
Yo creo que tomaré la opción de disfrazarme de muñeco de nieve , es menos arriesgado y solo tienes que sonreír y dejarte hacer. Posas con alguna pandilla para la foto y finalmente cuando pase la chica bonita te derrites y san se acabó.
1 desvaríos:
Aquí también está nevando, y la ciudad está preciosa. Yo no seré un muñeco de nieve, pero volveré unos años atrás y haré una guerra de nieve contra todos. Batalla de ilusiones.
Un beso.
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