martes, 21 de septiembre de 2004


Te hablo desde la Luna en calidad de enviado espacial. Estoy rodeado de asteroides y planetas solitarios, de dragones verdes y elefantes blancos, hermosos todos ellos pero sin duda nada comparables con los unicornios azules . Silvio no entendía de fauna mitológica, pero estaba enamorado.

Te hablo desde la Luna, desde mis ojos, desde el agujero negro y el punto de no-retorno. En la Luna no hay agua, sólo saltimbanquis diluidos en alcohol. Teniendo en cuenta la distancia real que nos separa, y lo lejos que hemos decidido estar, parece razonable desandar todos los kilómetros. Quizás , si pudiera aprender a inventar un “requerer” , podría aprender a desprenderme de todos los fantasmas. Aquí tengo uno. Le he invitado a un trago y hemos hablado de sus verdaderas intenciones. Lo único que he conseguido averiguar es que está de paso en la ciudad.

Publicado por Puzzle a las 15:52
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domingo, 19 de septiembre de 2004


Y de repente tembló toda la casa. Un terremoto de 4,5 grados en la escala de Richter con epicentro en un pueblecito al norte de la ciudad se ha hecho notar en toda la comunidad. El subsuelo que recorre por debajo los valles más próximos a la frontera con Francia se ha vuelto a mover. La falla norpirenaica está cabreada, y se ha desplazado tres veces en el último mes.

A Merche y a mi nos ha cogido en casa , mientras esperábamos que volviera Pedro de una reunión. De repente el sofá se ha transformado en una cama de agua y la estructura entera del edificio se ha tambaleado . Tres segundos de movimiento mudo, una pausa y otros cuatro segundos de actividad. Después, calma.

El proceso mental ha sido curioso, primero piensas que puede ser Toy jugando detrás de los muebles, luego te planteas que los vecinos están de obras y te acuerdas de toda su familia, pero cuando he visto que Merche se incorporaba y comenzaba a tocar las paredes y a mirar las lámparas, nos hemos preguntado por primera vez si realmente sería otra cosa.

Por eso en algunos lugares, las lavadoras han centrifugado aún estando apagadas, las sillas han temblado y en las paredes se han abierto cicatrices de pintura resquebrajada y cal. Las figuritas de porcelana han hecho puenting desde lo alto de las estanterías, y las estructuras y los cimientos han despertado de la siesta estirándose como gatos desperezados en una tarde que ya acaricia el otoño. Una señora ha creído tener un mareo y ha necesitado recuperar su horizontalidad acostándose en un canapé desgastado por los años.

Puestos a imaginar historias para una tarde de terremotos, me ha dado por pensar en que a esa misma hora, todas las personas que estuvieran haciendo el amor , alcanzarían el clímax perfecto justo a las 14:52, y sin saberlo , tendrían el orgasmo más increíble de sus vidas. Ajenos al terremoto, ajenos a la realidad, una pareja de adolescentes se amaría por primera vez. A las tres menos ocho minutos se abrazarían fuerte , se comerían con la mirada y estallarían de placer justo con el segundo temblor. Tal y como siempre habían soñado que sería . Tal y como les contaron que sucedería.

Lo que no saben es que por muchas otras veces que hagan el amor y que se vuelvan a entregar, por muchas otras personas que ocupen los espacios vacíos que habitan sus sábanas, por muchos romances y por muchas promesas, nunca jamás volverán a temblar , como temblaron el uno con el otro aquella tarde a las 14:52.

Publicado por Puzzle a las 15:28
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sábado, 18 de septiembre de 2004


Los fantasmas cotidianos suelen manifestarse de la manera más inocente posible, aunque solo en apariencia. Pueden tomar la forma de joven estudiante (bellas artes o sicología) delgado y desaliñado, con aire bohemio y de vuelta de todo que sin haber cumplido los veinticinco , ya tiene en su haber un pasado proceloso. Este es el motivo, y no otro, por el cual si te fijas bien en ellos, nunca se reflejan en los espejos de los baños de la facultad.

Nota del autor: Es por todos sabido que un matemático o un ingeniero no suele resultar tan efectivo. Al grupo mencionado anteriormente de artistas y futuros sicólogos, con cada vez mayor frecuencia se pueden incorporar estudiantes de graduado social, magisterio y filosofía y letras. Son especialmente hábiles con ciertos instrumentos, entre los que indefectiblemente se encuentran la guitarra y todo tipo de percusión.

Luego están los otros, los distinguirás por su porte más maduro y por una holgada ventaja en edad y experiencia. Aparecen en lugares insospechados, ya sea en una expedición multiaventura o en la fila del banco. En el primero de los casos entablarán pronto una profunda amistad colmada de nuevos y estimulantes conocimientos. Te aportarán multitud de ventajas y tendrán muchas posibilidades de permanecer en tu vida a no ser que se enamoren de tu vitalidad y la mínima expresión de tu ropa interior. Entonces decidirás alejarte sin miramientos pero con la esperanza del reencuentro. Los segundos te dejarán avanzar hasta la ventanilla de ingresos a condición de que aceptes la invitación a un café o una comida en un restaurante de menú a diez euros. Si están casados, automáticamente serán descartados. En caso contrario dejarán caer en la conversación algún libro de Benedetti y el deseo de no querer ser lastimados porque acaban de salir de una relación prolongada y tormentosa.

En ambos casos, y siguiendo la tradición espectral, querrán aparecerse de noche en tu habitación e introducirse bajo las sábanas de la cama. El pretexto será que todos los fantasmas se tienen que envolver en unas. A modo de experimento científico puedes instalar un equipo de alta fidelidad , a la mañana siguiente envía la grabación a un programa de radio especializado en fenómenos paranormales y autoriza a que emitan la psicofonía.

No te estremezcas demasiado al escucharla.

Publicado por Puzzle a las 20:06
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lunes, 13 de septiembre de 2004


El ilusionista no podía levitar. A pesar de que seguía alimentando la vaga esperanza de volver a elevarse unos centímetros del suelo, intentó extender los brazos en el aire y las manos bien abiertas. Nada nuevo ocurrió.

Revisó la manera de flexionar las rodillas para tomar impulso, el ángulo correcto y la superficie que lo sostenía. Repasó mentalmente los últimos vuelos, y todos los tratados de ilusionismo que recordaba haber estudiado. Consultó con los otros magos, y buscó información en foros de noticias de Internet.

En un canal de chat, avisaban de una extraña dolencia que causaba vértigo a todos los ilusionistas ávidos de querer volar lejos. La doctora Parchís confirmó los rumores, y le comunicó que no se conocía cura alguna. En un laboratorio del planeta solitario estaban trabajando en la vacuna, pero no sería indolora.

El colectivo mágico, aconsejó que no tuviera miedo a las alturas, a pesar de que todos sabían que era una recomendación simple y poco probada.

Así que después de muchos intentos, muchas consultas y muchos despegues abortados, entregó su acreditación en el sindicato, y emprendió el camino de regreso en autobús. Le cedió el asiento a una viejecita y se bajó en la última parada. Tuvo tentaciones de comprar un libro de cartomagia, y dedicarse a otro tipo de efectos. Pero él quería seguir volando. Dejó que pasaran los días, intentando descubrir lo que fallaba. Un fabricante de grandes ilusiones revisó los planos de su aparato de levitación , un experto cartógrafo verificó sus mapas , y el mejor óptico certificó sus cristales de mirar el mundo. Nadie supo dar una respuesta certera.

Finalmente , decidió guardar su varita en un cajón y darse de alta en el gremio de aprendices de ilusionista. Una tarde de septiembre, delante de la pantalla de su portátil, buscó en Google todas las entradas para “ilusionistas que no pueden levitar”. Filtró el contenido por idioma y por entradas más recientes, y redujo notablemente el número de sitios con información relevante. De todos los que encontró , el buscador le remitió a una especie de rompecabezas cibernético, y fue entonces que no pudo dejar de leer :

“…El ilusionista no podía levitar. A pesar de que seguía alimentando la vaga esperanza de volver a elevarse unos centímetros del suelo, intentó extender los brazos en el aire y las manos bien abiertas…”

Publicado por Puzzle a las 6:50
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domingo, 12 de septiembre de 2004


El viejo local está medio derruido. La humedad , que siempre mantuvo el papel de peligrosa enemiga , ha podido con él.

Son casi quince años de ensayos, de noches enteras de música, de risas y discusiones. De anécdotas de Rock & Roll , de encuentros con amigos, y sesiones interminables. Quince años de soñar con el próximo concierto , o con una nueva canción. El lugar feliz, donde nacieron muchas ilusiones envueltas en papel de celofán.

Las paredes del local han visto pasar a los mejores músicos de la ciudad, a periodistas incansables. Una de las esquinas de nuestro sótano de sueños, hizo en su día las veces de despacho improvisado, donde recibíamos llamadas y noticias. Las fotos de Chema (nuestro manager todos estos años) cuando todavía tenía pelo, y los carteles de conciertos empapelaban el interior de la cajita de música. También algunas postales de vacaciones y un diagrama gigante del mástil de una guitarra.

Tiempos del Purnas, de dormir en colchones en el suelo y de ensayar todos los días, con público o en soledad, tardes de cervezas y borracheras, de broncas y de abandonos, de cambios en la banda, de idas y venidas, de amplificadores y micrófonos gastados por la voz. De gatos que se colaban por las rendijas y sesiones de fotos y grabaciones accidentadas. De humo y luces de colores, de cargar y descargar furgonetas enamoradas. De partidas al Trivial , y de gominolas. De visitas al Isabelo, y al Pijín . De inundaciones calculadas y de ensayos hasta la madrugada. De adolescentes entusiasmadas.

Por eso, el niño que hacía playbacks en su habitación con un palo de escoba imaginando escenarios y aplausos, sabe que ha sido en el viejo local del grupo donde más sueños se han cumplido. El espacio habitado en el que vivieron historias de Héroes silenciosos , de Mauricios risueños e inextinguibles, de Sopeñas grabando las primeras canciones para el Loco. La academia improvisada de clases de bajo para alumnos aventajados y el escondrijo secreto para las criticas anodinas que colgábamos en la pared , al ladito de nuestro primer contrato y de las anotaciones de nuestro primer productor conocido.

La humedad y el tiempo han ido desgastando los bancos de madera sobre los que levantamos el escenario de los sueños, dándoles forma cóncava y precipitándolos a un naufragio de pena entre el yeso y el corcho, entre el aislante acústico y el gran espejo frontal. El local Titanic más admirado y envidiado de la ciudad se está hundiendo, y todavía permanecen flotando ligeros en el aire, todos y cada uno de los acordes que inventamos en él, quizás a la espera de poder volver a tener un colchón donde aterrizar. Acordes que no quieren escapar de su cajita de música, y que cada noche silbarán melodías de viejo pop español. Aunque nadie vuelva a escuchar. Aunque el niño del palo de escoba se quede reflejado en la ventana de su cuarto , mientras hace sonar con su armónica , el blues más azul de todos.

Publicado por Puzzle a las 1:50
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viernes, 10 de septiembre de 2004


Disfrutaba de unas merecidas vacaciones en Bahamas, cuando le llamaron de la sede central para notificarle una sustitución inesperada: el hombre invisible había sido contratado por un ilusionista de fama mundial para su gira. La oferta económica era sustanciosa, y la mujer invisible le había puesto varias veces las maletas en la puerta. Así que no tuvo mucho que pensar.

Era la primera vez que trabajaba en turno de noche, y no se manejaba bien con los ojos en modo de visión nocturna. Después de 3 semanas en la playa, había cogido algo de peso, y la capa no le ajustaba bien. Tampoco su aerodinámica era la misma. Eso y el desfase horario hicieron el resto.

Se vio sobrevolando la ciudad un poco confuso cuando su oído ultrasónico escuchó unos gritos a pocos metros de la zona que vigilaba. Voló hasta un parque cerca de allí y descubrió entre la oscuridad y la niebla, a una adolescente desnuda y un joven agitándose violentamente sobre su cuerpo. Gritaba con el rostro desencajado. “ ¡Me matas, me matas! “ . Se abalanzó sobre el chico, y no dudó en usar su láser paralizante. El joven novio quedó sobre la hierba alumbrando la madrugada con destellitos y chispas azul-eléctrico , mientras echaba espuma por la boca. La amante asustada, simplemente se quedó frustrada y a medias. Casi cuando iba camino del tercer orgasmo.

El superhéroe rescató a la chica equivocada y al día siguiente la noticia fue primera plana en todos los periódicos.

(Nota: Este relato se ha publicado hoy en el País de las Tentaciones)

Publicado por Puzzle a las 8:45
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jueves, 9 de septiembre de 2004


Las historias equivocadas siempre tienen fecha de caducidad.

Publicado por Puzzle a las 8:31
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miércoles, 8 de septiembre de 2004


Anoche me brotó un cráter en el pecho y mi cirujano piensa que no hay remedio para tanta víscera desparramada. Le he pedido un diagnóstico más certero, pero ha puesto cara de póker. El cráter toma dimensiones inesperadas y mi cirujano no quiere oír hablar de cateterismos ni suturas.

Lo que está claro es que la herida no tiene muy buena pinta.

Publicado por Puzzle a las 17:49
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martes, 7 de septiembre de 2004


El solo quería ser él, pero con ella. Sólo quería proyectar bocetos de autopistas enamoradas que le llevaran al lugar elegido.

Una noche se transformaron en acordes desafinados y sufrieron la peor de las amnesias. Olvidaron lo que eran y lo que habían andado, y se equivocaron. Los fantasmas ocuparon su lugar, la habitación y sus noches, y dejaron de ser ellos. Los sapos se ahogaron en gin-tonic y se revolvieron en el fango de la angustia. Quiso abrir los ojos, pero esa noche las pesadillas tenían cena de empresa. Tras la resaca, vomitaron culebras , y tuvo miedo de no volver a morir en sus brazos.

Buscó la Luna, y se encontró con insomnes, borrachos y los viejos músicos de la ciudad. Sin entender el motivo, deseó que cada vez que se abrieran las puertas, ella pudiera entrar a taparle los ojos con sus manos de hielo. Sin embargo, solo entraban insomnes, borrachos, y músicos casi tan desafinados como él.

El solo quería ser él, pero sin ella no encontró la manera.

Publicado por Puzzle a las 15:41
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domingo, 5 de septiembre de 2004


Quiso ser bengala y sobrevoló en vuelo elíptico la superficie de la cama, orientándose en dirección norte. Buscó guiarse en la oscuridad, siguiendo la estela de luz y sin otra referencia que la de su instinto y las formas que dibujaban las sábanas.

La madrugada invitaba a desplegar las alas de manera silenciosa y delicada. Planearía todo lo que le permitiera su envergadura y atacaría el objetivo en cuanto divisara el mejor sitio para dejarse caer. Rectificó el rumbo y tras varias acrobacias, consiguió dejar a la vista su cuerpo desnudo. Vaciló un instante, pero pudo remontar el vuelo antes de que alcanzara su ombligo. No quería arriesgarse , así que volvió a calcular las coordenadas precisas: latitud y longitud , labios y muslos. Repostó combustible y se impulsó hasta su boca. Un ejército de feromonas entusiasmadas inundó la habitación.

Los kamikazes enamorados sabían que ese era el último vuelo y no se permitieron dudar. Ella le dio permiso con un gesto en la mirada, y el se lanzó en picado para estrellarse al sur de su cuerpo. Justo para morir entre sus piernas.

Publicado por Puzzle a las 10:00
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viernes, 3 de septiembre de 2004


El tiempo llamó a la puerta cuando menos lo esperaba. Le entregó el cheque con los beneficios de los últimos años y, sin decir nada, desapareció.

Abrió el cajón de su mesita de noche y dejó el talón en el montoncito de sobres apilados. Ajustó las gafas sobre la nariz y siguió resolviendo crucigramas y acertijos.

Publicado por Puzzle a las 8:49
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jueves, 2 de septiembre de 2004


Con fecha de hoy retiro de tu vida mis tropas de ocupación. Me desentiendo de todos los invasores en cuerpo y alma. Nos veremos las caras en la tierra de nadie. Allí donde un ángel señala desde lejos invitándonos a entrar: Se alquila paraíso en ruinas.

(J.J Arreola)

Publicado por Puzzle a las 7:35
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