Ya sabes lo que tienes que hacer para olvidar. Es fácil, basta con cambiar de lugares y de dormitorios, de recibir visitas inesperadas a horas inadecuadas y cambiar unas caricias por otras. Con el tiempo uno se acostumbra a pensar en el pasado sin que duela, sin que esos alfileres con forma de imagen nos taladren el ventrículo izquierdo o la pleura . De hecho, con el tiempo uno cree en cosas en las que antes no creía, más bien por necesidad que por convicción. El alcohol ayuda , los cuerpos extraños también. Coincide (la revelación) con el momento en el que otra persona de sexo contrario (o quién sabe) se dirige hacia ti con una copa en la mano y mirada golfa en la otra. Normalmente, siempre dejas de necesitar tiritas cuando te das cuenta de que él (o ella) no son para ti y que hace tiempo que vienen visitando otras alcobas, otros apartamentos de fachada en mal estado y otros bares.
Publicado por Puzzle
a las
17:04
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Relatos
4 desvaríos:
la frase es.. la vida cambia todo el rato, pero olvidar es difícil y con otro cuerpo solo acabas recordando el otro y llorando como una niña, y si encima bebes, uff.. que te voy a contar..aunque eso de que visite otros lugares debe ser decisivo para borrarlo de la cabeza...besitos
No sé, a mí todavía algunas me duelen
a pesar del alcohol
del tiempo
y de los kilómetros
la risa de una me parte el alma
cuando la recuerdo
y las pecas en su naríz arrugadita cuando reía
god!
mejor me voy
saludos Puzzle, hombre
Coincido con Charito. Los caminos de la memoria son retorcidos y nada peor que intentar engañarla o distraerla con vulgares sucedáneos. Dicen que el tiempo... en fin. O también fabular, reinventarse. Cuando un amor se va simpre nos quedará poder escribir sobre ello. Ayyyy.
Que no cunda el pánico, el relato es más ficción que otra cosa, aunque no niego conocer (seguro que vosotros también) a personas que olvidan de ese modo.
Yo nunca he sabido ni sabré hacerlo de otra forma que no sea al estilo "tradicional": tiempo y tiritas.
Un abrazo a todos.
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