sábado, 9 de julio de 2005


Había que coger. Era necesario (obligado) coger. Caía el verano y los expertos aseguraban que durante las vacaciones se hacía el amor con más frecuencia, aunque nunca aclaraban si con uno mismo, con la pareja de uno o con la de otros. Algo relacionado con la serotonina y los relojes internos, con que las chicas se dan a conocer (y en definitiva, se muestran) más y mejor, algo en relación a la piel morena y con que a todos nos agrada gustar , un estímulo estrechamente vinculado a una teoría que sostiene que , en verano, el cuerpo y la mente se liberan.

Unos cuantos no tenían ni idea , ni sabían acerca de esa regla de tres que afirma que si conoces a más gente, haces más el amor. Los expertos tampoco aseguraban que la cosa fuera la bomba, de vez en cuando se centraban en el asunto de la profilaxis, pero no terminaban de definirse con el tema. Nadie garantizaba plena satisfacción. Para algunos no era su estilo aunque muchos hicieron caso a los expertos y cogieron de manera decidida, C también cogió, todo lo que pudo con P aunque no fuera verano en Salvador de Bahía , M lo mismo cogió en Buenos Aires que en Palermo, D en Santiago, J y S en Amsterdam, todos ellos hicieron el amor y explotaron su sensualidad, rieron y se dejaron llevar.

Nicolás le pidió a Violeta que le esperara aquella tarde o todas las tardes, tenían que coger porque nunca sería suficiente, aprovecharon que estaban morenos y copularon, cogieron todo lo necesario para no ser reprochados por los expertos, aunque Nicolás y Violeta sabían que a veces no importaban ni los solsticios ni los equinocios, mucho menos las estadísticas, y que si estabas bien con quien estabas, lo demás no contaba, y entonces hacías el amor y reías, paseabas y abrazabas, leías cuentos y comías helado, hablabas hasta las tantas de tonterías y hacías planes y los deshacías como sábanas en la madrugada, así que finalmente los expertos, que nadie nunca supo cuantas veces hacían el amor, se pasaron los veranos escribiendo artículos y elaborando teorías, o explicándolas, o las dos cosas, y a C a P a M a D a S a J a Nicolás y a Violeta les trajo sin cuidado lo que los expertos dijeron, porque ellos estaban bien así, y lo sabían, ¿Verdad que estaban bien? ¿Verdad que lo sabían? ¿Verdad que sí?.

Publicado por Puzzle a las 17:42
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4 desvaríos:

Anónimo dijo...

Así de fácil, sentirlo y ya está. En al practica es más difícil, a veces la cabeza no está tan clara, ni el corazón. Si uno mismo no esta bien como puede saber si lo está con alguien. Pero claro Nicolás y Violeta lo saben, ellos están tranquilos y bien consigo mismos, no hay nada que entorpezca su relación. Saben lo que quieren, amarse… pero no todos estamos preparados. Saludos.

Anónimo dijo...

Es facil... todos queremos amar y que nos amen. Una vez amamos es facil coger, solo que casi nunca amamos a quien nos ama, o quiza en verano si y por eso cogemos.

Alphonse Zheimer dijo...

Cogemos porque somos unos simples; el otro sexo es siempre un buen substituto de la masturbación, lástima que requiera un ejercicio extra de la imaginación.

Juan dijo...

si que lo sabiamos...pero en Lisboa se coge mejor y eso lo descubrimos en estos dias...

un abrazo
J

 
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