Lou

lunes, 29 de noviembre de 2004


Lou tiene nombre de detective de novela de Hammet , de bateador de baseball , de periodista de teleserie. Bajo su apodo se esconde un joven de no más de veinte, ingobernable y tierno, de esos que a ella tanto le gustan, medio niño medio hombre, con el cuerpo fresco y sin desgastar, casi nuevo. Cuerpo de kilómetro cero. Poco rodado. Porque a ella le gusta la mezcla de ingenuidad diluida en testosterona, el máximo deseo acumulado , la capacidad de poder ser a ratos solemne, a ratos impredecible. Quizás el mismo motivo (pero visto del otro lado) por el que a Lou le gusta ella, por que ella le gana en tiempo y escaramuzas, por el reto, por el trofeo, por el afán de sentirse capaz de embelesar a la chica inalcanzable vuelta de todo , con el cuerpo aprendido y sabio y el corazón mordido por la vida. Ella es hermosa y distinta y él se lo dice en cada paseo por Lavapiés, con su traje de galancito descarado, en cada uno de sus mensajes inconfesables al móvil que ella nunca borra, en cada conversación nocturna, en cada lance. Y planean más avenidas, más encuentros en ciudades diferentes, más conciertos y más sitios para estremecerse como si fuera la primera vez. A Lou le gusta soñar con su cuerpo de mujer completa , a ella le resulta entrañable y adulador , y juega y se deja querer en hostales cerca de Sol , en dormitorios de adolescente con fotos de Stipe. Y se van amontonando los mensajes indecentes, las maneras de seducir y dejarse seducir, los encuentros furtivos y los arrebatos, por eso él la imagina desnuda, caliente, en su cama, en su cuerpo. Ella se deja imaginar, desear y navegar. Porque ella es navegable como un río. Navegable y efímera. Y se navegan, se tientan, se esperan y se apetecen , buscando la manera de sentirse vivos y encendidos. Maneras de dejar huella y de volatilizarse en cada lance. Porque ella siempre deja huella y desaparece. Entonces el niño de Lou no podrá entender ni olvidar las fuentes en Agosto ni las ausencias de invierno, a pesar de que el hombre que habita en él , no volverá a pensar en ella mientras navega otros cuerpos. Y lo mismo pero al revés.

Publicado por Puzzle a las 13:56
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