Hemos decidido recuperar el viejo local . Al fin y al cabo son demasiados años y sueños encerrados en aquel sótano. Después de unas cervezas, uno se siente más dispuesto a todo. Lo que más nos alegra es saber que no podemos imaginar nuestras vidas sin los ratos de local. Es posible que no resulte tan complicado desligarnos del pasado, de viejas costumbres, de aquellos libros que leíamos en la facultad o de camisetas que renunciamos a meter en bolsas de plástico como si fueran cadáveres de juventud, incluso de alguna guitarra o de la colección de armónicas. Por eso Héctor hubiera renunciado a todo y sin embargo necesitábamos saber que aún tenemos una vida que hacer junto al viejo local.
Solamente nos hace falta un suelo nuevo y recuperar la maravillosa costumbre de levantarlo con nuestras propias manos. Queremos que en Diciembre esté todo listo para volver a juntarnos y decidir lo que queremos soñar para el futuro. Aunque no hablemos de grabaciones ambiciosas y de conciertos en salas de la ciudad, aunque simplemente hablemos de tocar una canción que nos gusta o que estamos componiendo. Sólo por tocar, sólo por brillar. Sólo por todos los niños que fuimos y aún viven en nosotros, con o sin palos de escoba. Sólo porque vuelvas a pisar el viejo local, aquel donde nos abrazamos.
Solamente nos hace falta un suelo nuevo y recuperar la maravillosa costumbre de levantarlo con nuestras propias manos. Queremos que en Diciembre esté todo listo para volver a juntarnos y decidir lo que queremos soñar para el futuro. Aunque no hablemos de grabaciones ambiciosas y de conciertos en salas de la ciudad, aunque simplemente hablemos de tocar una canción que nos gusta o que estamos componiendo. Sólo por tocar, sólo por brillar. Sólo por todos los niños que fuimos y aún viven en nosotros, con o sin palos de escoba. Sólo porque vuelvas a pisar el viejo local, aquel donde nos abrazamos.
1 desvaríos:
Creo que no lo sabes, pero una vez fui seguidora del grupo. Te he visto decenas de veces en conciertos, y otras tantas en la prensa. Te llegué a escuchar en la radio, y hasta coincidimos en los pasillos del instituto. De casualidad descubrí lo que ahora eres y me encantó volver a aquellos días. De vez en cuando te sigo y espero que el viejo local vuelva a ser el escenario de vuestros sueños.
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