jueves, 2 de junio de 2005


Que me perdone mi amigo Doc, pero hoy ando algo rebelde y romperé la cadena. Nunca me gustaron y alguna que otra vez sufro de indigestión o de empacho. El asunto viene de lejos, ya de cuando combatía ataques masivos de spam procedentes de universidades coreanas (caldo de cultivo de grandes cibersaqueadores) , o me llegaban una y otra vez fotos de gatitos persas atrapados en tarros de cristal. Soy el tipo antipático que siempre rompe las cadenas. Igual me da que sean mensajes que prometen la felicidad eterna, erecciones espectaculares (mientras la hidráulica aún funcione en mí, no probaré otros métodos) o que aparezca la persona amada portando una bolsa repleta de fajos de billetes o de artículos amatorios. En cierta manera, ya respondí a la propuesta del amigo Doc en su día, enlazándole además a él en el siguiente eslabón de la cadena. Quizás Doc sirve hoy la venganza en plato frío.

En mi PC tengo casi 400 canciones, no son muchas, apenas 2 gigas. De las 400, apenas 50 son imprescindibles y de las 50 a lo mejor 10 son parte de la banda sonora de mi vida. Otras quedaron fuera del disco duro, algunas sólo en la memoria acústica o en mi billetera. Quién sabe. Como dato anecdótico, sirva decir que nos llamamos "La Ley" en homenaje a Radio Futura y que toco el bajo porque cuando apenas levantaba unos palmos del suelo, descubrí a Mark King y a Jaco Pastorius. Confieso que cada vez compro menos música y sin embargo, no dejo de adquirir libros y lo que es peor: los leo.

La diferencia con respecto a la última (y casi única) vez que acepté el reto de Kalf, es que ahora mismo ando escuchando un recopilatorio de John Coltrane y Miles Davis , el último disco que compré fue “La noche americana” del gran Quique González y posiblemente, después de colgar este post, creo que voy a rescatar de la estantería un par de discos gloriosos de Maria Creuza y de mi buen amigo Gabriel Sopeña. El de la Creuza está producido por Gabo que de paso, firma algunas canciones. Además hace no mucho , hablaba con Violeta de otra canción de Gabriel (muchas veces hablamos de las canciones de Gabriel, de "Apuesta con el R&R", "Cass" o de tantas otras ) que siempre me pone la carne de gallina. Se llama “Por los ojos de Raquel” y me resulta difícil mantener el tipo cuando la escucho.

Por cierto Doc, me encantan Steely Dan y Donald Fagen. Espero que romper la cadena no sea obstáculo para seguir colaborando juntos, cultivar nuestra amistad y entusiasmarnos de manera recíproca. La culpa la tienen los universitarios coreanos y alguna que otra aventura que si quieres un día te explico.

Publicado por Puzzle a las 22:59
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1 desvaríos:

Anónimo dijo...

Tenemos en común nuestra pasión por Sopeña, solo que yo no puedo decir que es amigo, y por el jazz o el funky.

Me gusta lo que escribes, me he asomado a otros relatos y me parecen estupendos.

Un saludo

 
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