miércoles, 20 de octubre de 2004


De toda la fauna que se congregaba en su casa, destacaba Melisa por su facilidad para teletransportarse. Con apenas tres meses de vida, tenía revolucionados a todos los que habitaban su nuevo entorno, incluyendo el trío de gatos, su dueña y los visitantes inesperados.

Al fondo del pasillo y a modo de puerta a otra dimensión desconocida, colgaba una de esas cortinas modernistas hecha de alambre y piezas de plástico rectangulares y anaranjadas. Le gustaba coger carrerilla (en realidad tenía que hacerlo por que sus patas eran demasiado cortas para avanzar todo el espacio que se le ponía por delante) y atravesar la cortina como una flecha. Flop. Y desaparecía al otro lado del pasillo para reaparecer segundos después con alguna prueba irrefutable de que acababa de regresar de un lugar maravilloso. Flop, y el gato-buho y el otro que tenía alergia de su propio pelo miraban no sin recelo la presencia de Melisa y sus preciados tesoros. Llegó a despertar tal interés con sus expediciones , que todo el mundo quería conocer el contenido de sus capturas en la otra dimensión, a veces era una pelota de goma, otras un hueso que sonaba cada vez que lo mordía y muy de vez en cuando unas braguitas con olor a melocotón.

Gracias al amplio surtido de gruñidos que era capaz de emitir estuvo a punto de superar un casting para la tercera parte de “Babe el cerdito valiente”. Además (debido a su formidable encanto personal) varias cadenas de televisión quisieron hacerse de sus servicios como mascota oficial, pero Melisa (dentro de su humilde condición canina) no dudó en rechazar una tras otra cada una de las ofertas. Y así fue que pasaron los días, y ella siguió cruzando de un lado a otro su otra dimensión, volviendo a veces con increíbles trofeos (desatascadores , zapatillas y bandejas de plástico devoradas con tenacidad) , y otras nada más que con esa mirada de susto-pregunta que te invitaba a acompañarla en sus recorridos a otros mundos.

Y aquí seguimos Melisa y yo, de vez en cuando saltando juntos a otras dimensiones (Flop) y aprendiendo a ver el mundo con su mirada de susto-pregunta que tanto nos gusta a todos, incluidos el gato-buho, el que tiene alergia de su propio pelo y todos los demás visitantes.

Publicado por Puzzle a las 10:31
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