martes, 31 de enero de 2006




También era así, con todo lo que te gustaba y lo que no, pensando siempre en las cosas, dándole vueltas a todo, como un molinillo de papel de celofán atrapado en alguna tempestad, aunque luego nos dijeron que la culpa la tuvo el niño aquel que pensaba tanto y jugaba al ajedrez, tanto pensaba que se fue transformando poco a poco en un caballito de plomo y luego sólo en plomo y más tarde en nada.

No pienses tanto, no pienses de más, eso decías, y yo que seguía pensando y mirando al cielo, viendo cómo pasaban los aviones mientras te escuchaba hablar del equipaje que facturaste la última vez, cuando necesitabas irte lejos, para echar algo de menos o para tener la sensación de regresar a alguna parte, aunque por aquel entonces me dijeras que de toda tu valija yo tenía el lugar más preciado, y volviste y no trajiste nada, tan sólo las manos vacías y esa mueca extraña, tiritando en la terminal y una postal sorpresa que compraste a última hora, antes de facturar y tomar el camino a casa, luego tu risa nerviosa como un eco y más tarde tú, estallando de pena porque querías volver a marcharte lejos, llorando en el taxi, rodeada por una constelación de gente sola, desdibujando la felicidad que creíamos tener pero que nunca tuvimos, ni valija, ni sitios a los que volver, ni nada, sólo nosotros cruzando Manhattan sobrecogidos, también así, con todo lo que no nos gustaba pero que tanto añorábamos cada vez que embarcabas hacia ninguna parte.

Publicado por Puzzle a las 23:54
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4 desvaríos:

Anónimo dijo...

Es muy triste cuando tu pareja empieza a querer estar lejos de ti...
Pero esta bien darse cuenta pronto de que las cosas no son como pensamos.
Un abrazo

Anónimo dijo...

Estoy de acuerdo contigo Txus, más aún cuando amas con todas tus fuerzas. Viene al pelo de éste post una canción de Los Elefantes, "Se me va"... (no se si se puede hacer publicidad aquí). Pero vamos, yo me torturo escuchándola. Realmente preciosa, al igual que el post.

Anónimo dijo...

A veces... tan solo a veces....
Tan solo por instante apenas inadvertido....
Me quedo quieto... callado... mudo ... inquieto.

Se acerca el momento de tomar una decisión ajena,
que podría cambiar el curso de mi vida..
pero en vez de hacerme favores y convencer de lo contrario...
aliento lo ajeno, el inconveniente para lograr una felicidad absurda...

No quiero oportunismos... ser infiel a mis delirios....

Hoy estoy peor que ayer, por que hoy, ya no depende de mi..
Me siento algo enfermo... aunque el medico me ha dicho que no me pasa nada.
Quizá ya no tenga tanto sentido darle importancia a buscar cosas imperceptibles...
Quizá hoy... estoy demasiado cansado para mover mi cama a otra parte...
(precioso post)

Roberto Amaya dijo...

Perturbante

 
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