sábado, 3 de septiembre de 2005




I

Recorrer un cuerpo en su extensión de vela
es dar la vuelta al mundo
Atravesar sin brújula la rosa de los vientos
islas golfos penínsulas diques de aguas embravecidas
no es tarea fácil -si placentera-
No creas hacerlo en un día o noche
de sábanas explayadas.
Hay secretos en los poros para llenar muchas lunas

II

El cuerpo es carta astral en lenguaje cifrado.
Encuentras un astro y quizá deberás empezar
a corregir el rumbo cuando nube huracán
o aullido profundo
te pongan estremecimientos.
Cuenco de la mano que no sospechaste

III

Repasa muchas veces una extensión
Encuentra el lago de los nenúfares
Acaricia con tu ancla el centro del lirio
Sumérgete ahógate distiéndete
No te niegues el olor la sal el azúcar
Los vientos profundos
cúmulos nimbus de los pulmones
niebla en el cerebro
temblor de las piernas
maremoto adormecido de los besos

IV

Instálate en el humus sin miedo
al desgaste sin prisa
No quieras alcanzar la cima
Retrasa la puerta del paraíso
Acuna tu ángel caído
revuélvele la espesa cabellera
con la espada de fuego usurpada
Muerde la manzana

V

Huele
Duele
Intercambia miradas saliva impregnante
Da vueltas imprime sollozos piel que se escurre
Pie hallazgo al final de la pierna
Persíguelo busca secreto del paso forma del talón
Arco del andar bahías formando arqueado caminar
Gústalos

VI

Escucha caracola del oído
como gime la humedad
Lóbulo que se acerca al labio sonido de la respiración
Poos que se alzan formando diminutas montañas
Sensación estremecida de piel insurrecta al tacto
Suave puente nuca desciende al mar pecho
Marea del corazón susúrrale
Encuentra la gruta del agua

VII

Traspasa la tierra del fuego la buena esperanza
Navega loco en la juntura de los océanos
Cruza las algas ármate de corales ulula gime
Emerge con la rama de olivo
Llora socavando ternuras ocultas
Desnuda miradas de asombro
Despeña el sextante desde lo alto de la pestaña
Arquea las cejas abre ventanas de la nariz

VIII

Aspira suspira
Muérete un poco
Dulce lentamente muérete
Agoniza contra la pupila extiende el goce
Dobla el mástil hincha las velas
Navega dobla hacia Venus
estrella de la mañana
-el mar como un vasto cristal azogado-
Duérmete náufrago.

(Gioconda Belli)

Ilustración: © Silvia Rodriguez.

Publicado por Puzzle a las 20:05
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9 desvaríos:

Anónimo dijo...

Bello tu blog.
Bellas palabras.
Y esta lección, es la que jamas se termina de aprender.

marisa negri dijo...

bellísimo
un abrazo que cruce el mar

Anónimo dijo...

Me encanta ;). este tipo de lecciones es recomendable vivirlas al máximo, compartiendo siempore claro ;). Un besote
Tharsis

J. dijo...

Pues buscaba la imagen de un puzzle, dí con unos gatos, después con tu blog...
Pues espero pasar con más detenimiento más tarde u otro día a leerte.

Miss Mag dijo...

Me encanta la Belli, es de las pocas a las que le creo el erotismo. Besos.

franhilz dijo...

qué bien! ...
gracias Puzzle.

Anónimo dijo...

Hay muchas lecciones que no se enseñan en ningún lado y que vamos aprendiendo como mejor podemos. Lecciones como la ternura o el erotismo. Hay que aprender a hacer el amor, y aprender a dejar que nos lo hagan. Aun así, es estupendo que haya gente que nos haga reflexionar acerca de las pequeñas grandes cosas de la vida.

No tenemos tantos tesoros.

Anónimo dijo...

Me asusta pensar que con el tiempo tus escritos seguiran distanciandose mas y mas en el tiempo...

Anónimo dijo...

Leído en la red:

La cenital sacudida
cambiaría a veces
por una piel que se abra
y nos acoja a los dos.

 
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