Dormía en la cama donde siempre había dormido con su mujer. Seguía ocupando el lado izquierdo del colchón, como si la mujer ocupara el derecho. La verdad es que, a pesar de estar muerta, de alguna manera todavía lo ocupaba, porque todas las noches, quizás en sueños, lloraba a su lado, lo acariciaba, le decía que era desdichada sin él y que lo esperaba ansiosamente.
O si no, decía:
-No olvides que tu mujer te espera. Abro los brazos para recibirte.
Y también:
-Morir no es horrible; lo horrible es estar separados. No tardes.
Después de mucho tiempo llegó el día en que el viudo conoció en un club a una muchacha. Esta lo acompañó a su casa y se quedó a vivir con él. La primera medida que tomó la muchacha fue cambiar el viejo colchón por uno nuevo. La muerta no persistió en sus visitas.
(Adolfo Bioy Casares)
O si no, decía:
-No olvides que tu mujer te espera. Abro los brazos para recibirte.
Y también:
-Morir no es horrible; lo horrible es estar separados. No tardes.
Después de mucho tiempo llegó el día en que el viudo conoció en un club a una muchacha. Esta lo acompañó a su casa y se quedó a vivir con él. La primera medida que tomó la muchacha fue cambiar el viejo colchón por uno nuevo. La muerta no persistió en sus visitas.
(Adolfo Bioy Casares)
4 desvaríos:
Bravo por Bioy y por Puzzle!, te sigo de cerca y seguiré haciéndolo.
Besos
Y el... ¿No agradecía las visitas?
Abrazos
Todos necesitamos la ayuda de alguien para olvidar lo que nos hace daño.
gracias por recordarlo.
un saludo
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