miércoles, 25 de mayo de 2005


El chico quiere pasar al otro lado pero no se atreve, la ranita del cuento le amenaza con volarle la cabeza de un tiro. Todo porque la rana está enamorada de la chica del otro lado. La chica está a oscuras pero tres mariposas con forma de corazón le acompañan durante la hora del recreo, aunque después se irán a clase de aleteos. A la más inexperta de todas le quedó para Septiembre el práctico de aterrizaje sobre pétalos mojados pero seguramente y con un poco de esfuerzo aprobará. Una vez alguien le explicó que todo lo bueno a veces resulta complicado de alcanzar. Creo que era un grillo cantor que se quedó afónico de tanto ensayar. Además, a la rana le gustan las mariposas , no de una manera artística o natural, más bien es un interés culinario, pero si se pasa al otro lado en busca de mariposas, no quedará nadie vigilando al chico. Lo que nadie sabe, es que el chico está interesado en coleccionar mariposas en forma de corazón y que finalmente la chica no pinta ni quiere nada en esta historia. Si acaso seguir a oscuras.

Publicado por Puzzle a las 22:43
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1 desvaríos:

Anónimo dijo...

Un cuento extraño pero realmente bonito. Si es improvisado te quedó genial!.

Un besote!

 
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