sábado, 25 de diciembre de 2004


El ilusionista seguía sin poder levitar. Buscó en Google todas las entradas para "levitar" y obtuvo cerca de 20.000 descorazonadores resultados. Filtró el contenido y redujo notablemente el número de sitios con información relevante. Estrechó el círculo y buscó por "ilusionistas que no pueden levitar". Sólo 45 entradas. De todo los que encontró, el buscador le remitió a una especie de rompecabezas cibernético, y fue entonces que no pudo dejar de leer:

...El ilusionista no podía levitar. A pesar de que seguía alimentando la vaga esperanza de volver a elevarse unos centímetros del suelo, intentó extender los brazos en el aire y las manos bien abiertas. Nada nuevo ocurrió...”

El ilusionista que no podía levitar buscó todas las maneras de seguir levantándose del suelo y no dejó de intentarlo. Nunca.

Publicado por Puzzle a las 17:55
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2 desvaríos:

Anónimo dijo...

Jorge: no dejes de volar, porque seguramente eres una de las personas más auténticas que he conocido. Vuela todo lo lejos que puedas, porque seguramente andas menos perdido de lo que piensas. Confío en que lo hagas.

gonzalvo dijo...

De eso habla el post. De no cansarse nunca, ni siquiera cuando más cansado estás. Y ahora , a días, lo estoy. Pero aquí nadie piensa dejar de remar.

 
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