lunes, 11 de febrero de 2008




Te avistaron en la octava isla, tan inaccesible a todos nosotros como podías serlo tú. Se nos denegó el ingreso por todos los procedimientos posibles, a mí y a los demás, en reiteradas ocasiones, aunque a veces hiciéramos maniobras de aproximación más o menos desesperadas, escondiendo nuestro vuelo en lo oscuro de la noche, procurando alcanzar alguna cala que quedara al abrigo de la vegetación tosca, inadecuada para tomar tierra pero que nos protegería.

Sucedía de ese modo, una y otra vez. Lo único que codiciábamos es que el recuerdo tuyo o de la isla dejara de mordernos la garganta, es la más sencilla de las verdades, así que continuamos sobrevolando el lugar donde solían producirse los avistamientos. Sobrecogidos con cada expedición infructuosa, y por si fuera poco, de tarde en tarde la octava isla aparecería cuando sabíamos que su presencia no podía ser por una acumulación de nubes (lo mismo se divisaba los días de horizonte más claro) o de cansancio y se difuminaba al rato sin avisar. Otras veces nos empujaba alguna tempestad hacia su misma orilla, hacia tu misma orilla, que casi nos depositaba en la arena sobre la que se divisaban algunas veces unas pisadas mayores que las de un hombre normal, una cruz de madera y tres piedras conformando un triángulo.

En la última noche del mes más extraño, se desató un huracán, de modo que perdimos de vista la isla dejando algunos hombres abandonados en la espesura de la selva. La costa era errante, viajera, todo el tiempo misteriosa. Deseábamos conocer el sabor de una mujer hecha de barro y sal y hubiéramos dado la vida por nuestros sueños. Finalmente descubrimos que habías estado navegando sobre el lomo de una gran ballena y que desapareciste con ella para siempre.

Publicado por Puzzle a las 12:28
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8 desvaríos:

Anónimo dijo...

bonito, enigmático y bien escrito.

felicitaciones.

Amalia dijo...

El ambiente esta tan bien descrito que me senti perdida en aquella isla tambien...

Besos!

Anónimo dijo...

flojete flojete para ser tuyo, colega...

escribes cosas mejores.

Anónimo dijo...

estoy de acuerdo con "flojete", no es el mejor de tus textos y tú puedes escribir cosas infinitamente mejores.

te lo digo desde el cariño y la admiración.

un abrazo

Anónimo dijo...

Me ha hecho mucha ilusion poner un nuevo puntito rojo en tu mapa. Besos desde Calcuta. Da gusto leerte desde aqui tambien. Silvia.

Cecilia Varela dijo...

"La costa era viajera, errante, todo el tiempo misteriosa".
Precioso amigo, me ha gustado mucho; las palabras avanzan queriendo develar el misterio del objeto que se busca, intentando alcanzarlo, como a traves de la espesura de la selva o de la niebla viajamos hacia él, creemos siempre encontrarlo...
un espejismo...
abrazo grande

Anónimo dijo...

Me alegro que haya anónimos que piensen que está "flojete" tu texto..., ya estaba un poco asustado de tanta alabanza, ni que fuera esto la entrega de un premio en un concurso literario!
No obstante, me parece de admiración tu empeño, me produce envidia sana y me alegro por ti.
Ánimo y suerte.

franhilz dijo...

qué bueno! - una tmósfera maravillosa y agobiante.

es un placer leer estas cosas
gracias Jorge!

 
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